Biblioteca Familiar... la Escuela en Casa

Hace unas semanas atrás, el Ministro de Educación, don Joaquín Lavín Infante, habló sobre la necesidad de que los estudiantes chilenos alcancen los estándares de calidad de la Educación en Finlandia.

Este deseo, que sin duda es el deseo de todos los chilenos, tiene requisitos básicos y bien conocidos por todos, v. gr.:

1º Buena formación inicial docente.
2º Un Equipo Directivo bien formado y con metas claras.
3º Padres comprometidos.
4º Alumnos interesados en aprender.
5º Metodologías y didáctica según el tipo de alumnado.

Anexo a esto, también los alumnos requieren de otros apoyos, dentro de los que se encuentra una Biblioteca eficaz. Pero ¿qué es una biblioteca eficaz... en el marco escolar? Según los expertos, una biblioteca eficaz es aquella que responde a las necesidades del currículum y que cubre todos los requisitos planteados en los Planes y Programas según los cursos y niveles que tenga la Escuela.

Si bien es cierto, el Ministerio de Educación entrega textos escolares a todos los estudiantes de Chile y en todos los subsectores, estos esfuerzos no son suficientes para responder a las necesidades académicas de los niños chilenos. Los textos responden a algunas áreas de los subsectores que estudian los estudiantes en sus 12 años de formación obligatoria, pero no consideran una formación holística en lo que a lectura-literatura se refiere.

Formar hábitos de lectura en niños y mantenerlos hasta la edad adulta no es fácil. Por una parte necesitamos bibliotecas bien formadas y que sean lugares de silencio y de respeto por la lectura de quienes allí vayan; por otra, se requiere formar hábitos lectores, no sólo aplicables en el colegio, sino que también en casa.

A esto, si seguimos la ruta de Finlandia, debe agregarse la lectura silenciosa en el aula. Los niños tendrían que tener una biblioteca en su sala, biblioteca que tenga textos suficientes para todos los niños y que cubra todos los subsectores según nivel. Textos que vayan desde los clásicos de la literatura mundial, hasta textos contemporaneos. Entre más libros "relevantes", mejor.

Vistas estas variables y respondiendo a los resultados del alumnado en el área lectura, debemos considerar la biblioteca familiar como un MUST en la educación chilena.

Hace algún tiempo se inició en Cuba la entrega de bibliotecas familiares para todos los estudiantes del país. La idea del gobierno cubano es fomentar la lectura e incrementar los niveles de logro en lectura en los distintos niveles del alumnado-país. En Chile, también se hizo algo parecido, entregando estuches con libros a estudiantes vulnerables, pero tristemente los logros de este esfuerzo no se presentaron a la comunidad. ¡Es importante cerrar los ciclos! particularmente cuando hablamos de educación.

La idea del MINEDUC, era que los textos formaran la primera biblioteca familiar en los hogares más vulnerables del país. Este beneficio alcanzaba a los más necesitados, alumnos bajo los programas SEP, entre otros. Las investigaciones indican que: "el tamaño de las bibliotecas del hogar tiene un efecto muy importante en el rendimiento escolar, incluso igualando a la educación de los padres, el status profesional del padre y otras características generales de la familia. Crecer en un hogar con 500 libros adelanta a un niño 3,2 años más en la educación, en promedio, que aquellos que crecen en un hogar similar con pocos o ningún libro"*.

Si consideramos relevante la biblioteca familiar como medio para responder a las necesidades académicas de los alumnos de Chile, tendriamos que pensar en bajar los impuestos a los libros. El Parlamento debe responder a una necesidad que va en beneficio no sólo de los estudiantes chilenos, sino que también en ayuda de todos los que amamos la lectura a nivel país.

Un país que lee, crece. Un país que lee, comprende. Un país que lee, sabe comunicarse bien.



* http://www.miller-mccune.com/culture-society/home-libraries-provide-huge-educational-advantage-14212/