Siempre hay estudiantes que brillan más que otros, y son éstos los que, a veces, ponen en graves aprietos al cuerpo docente de nuestro respetado país.
En inglés se habla de: The million dollar question... o la pregunta del millón de dólares. Y es con una preguntita así que Laura Valledor inicia su publicación del 08 de junio de 2010.
La pregunta, formulada por un estudiante, dice así: Señorita, ¿Por qué Noé no salvó a los Dinosaurios? Interesante pregunta, por decirlo menos, pero en realidad no sé si todos pudiéramos contestarla. Ahora bien, Laura Valledor plantea la pregunta en un contexto histórico y lo relaciona con el Marco Curricular. Si cambiamos la pregunta y nos cuestionamos: ¿Responden los Planes y Programas del Currículum chileno al nivel de aprendizaje que de ellos mismo se espera?
Mucho se ha hablado de un retrado de cien años en la educación chilena, pero más que preocuparnos por esto debemos focalizarnos en la persona del estudiante, en su individualidad, en su todo holístico presto para el aprendizaje. Si observamos los resultados SIMCE, por ejemplo, observamos que la mayoría de las escuelas municipalizadas y particular subvencionadas se encuentran bajo el promedio de 250 puntos. Esto es dramático, pero más dramático es que sigue pasando el tiempo y parece que hemos caído en un conformismo triste.
Pasan los años y los problemas académicos de los alumnos no son resueltos. A veces cambia la nota pero ¿progresa los niveles de aprendizaje de nuestros niños? ¿Respondemos a sus necesidades académicas? ¿Les enseñamos a aprender?
El alumno debe tener las competencias megacognitivas para saber cuánto, cómo y qué aprende. Que pueda decir al final del día: aprendí, y que de paso, pueda extender ese aprendizaje a sus compañeritos más desaventajados. El tener control del aprendizaje es clave en el progreso de un estudiante, pues a conciencia puede seguir profundizando en el arte de aprender.
En inglés se habla de: The million dollar question... o la pregunta del millón de dólares. Y es con una preguntita así que Laura Valledor inicia su publicación del 08 de junio de 2010.
La pregunta, formulada por un estudiante, dice así: Señorita, ¿Por qué Noé no salvó a los Dinosaurios? Interesante pregunta, por decirlo menos, pero en realidad no sé si todos pudiéramos contestarla. Ahora bien, Laura Valledor plantea la pregunta en un contexto histórico y lo relaciona con el Marco Curricular. Si cambiamos la pregunta y nos cuestionamos: ¿Responden los Planes y Programas del Currículum chileno al nivel de aprendizaje que de ellos mismo se espera?
Mucho se ha hablado de un retrado de cien años en la educación chilena, pero más que preocuparnos por esto debemos focalizarnos en la persona del estudiante, en su individualidad, en su todo holístico presto para el aprendizaje. Si observamos los resultados SIMCE, por ejemplo, observamos que la mayoría de las escuelas municipalizadas y particular subvencionadas se encuentran bajo el promedio de 250 puntos. Esto es dramático, pero más dramático es que sigue pasando el tiempo y parece que hemos caído en un conformismo triste.
Pasan los años y los problemas académicos de los alumnos no son resueltos. A veces cambia la nota pero ¿progresa los niveles de aprendizaje de nuestros niños? ¿Respondemos a sus necesidades académicas? ¿Les enseñamos a aprender?
El alumno debe tener las competencias megacognitivas para saber cuánto, cómo y qué aprende. Que pueda decir al final del día: aprendí, y que de paso, pueda extender ese aprendizaje a sus compañeritos más desaventajados. El tener control del aprendizaje es clave en el progreso de un estudiante, pues a conciencia puede seguir profundizando en el arte de aprender.
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