La Sonrisa... es el Reflejo del Alma

Para los que creemos en la existencia del alma, la sonrisa es la expresión inequívoca de mociones internas que se exteriorizan.

Dicen los científicos y estudiosos, que el ser humano moviliza 17 músculos cada vez que sonríe, por tanto, reir es verdaderamente un ejercicio muy eficaz. Aún más, continúan los estudiosos de la fisiología, cuando sonreimos, nuestro cerebro produce endorfinas que reducen el dolor físico y alivian las penas del corazón.

Comúnmente nos sonreimos por las cosas buenas que nos pasan en la vida; pero también la sonrisa es signo de nerviosismo y hasta de tristeza. La premio nobel y poetisa chilena Gabriela Mistral dice que: "hay sonrisas que no son de felicidad, sino de un modo de llorar con bondad". A pesar de todo esto, es claro que una sonrisa puede dar vuelta el corazón más rencoroso y ganarlo para el bien.

Siempre se habla de trabajo en equipo, de competencias laborales, de habilidades y destrezas socio-afectivas, pero casi siempre nos olvidamos de hablar de la expresión de las mismas. Una sonrisa puede ser el soporte del trabajo en equipo o el pilar de las comunicaciones al interior de un grupo de trabajo.

En síntesis, la sonrisa es sinónimo de alegría interna y de buena voluntad, siempre y cuando la sonrisa sea sincera y transparente. A continuación un texto precioso respecto al valor de la sonrisa, escrito por S. Alberto Hurtado Cruchaga.

¿Sabes el valor de una sonrisa?

No cuesta nada pero vale mucho.

Enriquece al que la recibe, sin empobrecer al que la da.

Se realiza en un instante y su memoria perdura para siempre.

Nadie es tan rico que pueda prescindir de ella, ni tan pobre que no pueda darla.

Crea alegría en casa; fomenta buena voluntad y es la marca de la amistad.

Es descanso para el aburrido, aliento para el descorazonado, sol para el triste y recuerdo para el turbado.

Y, con todo, no puede ser comprada, mendigada, robada, porque no existe hasta que se da.

Y en el último momento de compras el vendedor está tan cansado que no puede sonreír ¿quieres tú darle una sonrisa?

Porque nadie necesita tanto una sonrisa, como las que no tienen una para dar a los demás.